Como optometrista, una de las partes más importantes de mi trabajo es el manejo de pacientes con diferentes enfermedades oculares, una de ellas el Glaucoma. El glaucoma presenta retos únicos para los optometristas, que requieren un enfoque personalizado para cada paciente. Sin embargo, con las herramientas y conocimientos adecuados, podemos ayudar a minimizar el impacto del glaucoma en la visión y la calidad de vida de tus pacientes. Aquí te muestro una guía básica sobre cómo yo, como optometrista, manejo a mis pacientes con glaucoma, para que tú también puedas ayudar a los tuyos.
Comprender el glaucoma
El primer paso para tratar a los pacientes con glaucoma es comprender la afección. El glaucoma es un grupo de enfermedades oculares que pueden provocar un daño progresivo del nervio óptico y pérdida de visión. La forma más común de glaucoma es el glaucoma primario de ángulo abierto (GPAA), que se caracteriza por un ángulo abierto entre el iris y la córnea y una pérdida de visión periférica que progresa lentamente. Otras formas de glaucoma, como el glaucoma de ángulo cerrado y el glaucoma de tensión normal, son menos frecuentes pero igual de graves.
Diagnóstico y Control
La parte más importante del tratamiento de los pacientes con glaucoma es el diagnóstico precoz y preciso. Las revisiones visuales periódicas, que incluyen prueba de presión intraocular y un campo visual, son clave para identificar y controlar el glaucoma. Una vez hecho el diagnóstico de glaucoma, es importante controlar periódicamente la visión y la presión ocular de tu paciente para ver si hay cambios.
Hablar con los pacientes y educarles
Como optometrista, es importante que te comuniques eficazmente con tus pacientes. Puede ser especialmente difícil explicar a los pacientes con glaucoma lo que están pasando y cómo controlar su enfermedad. Es importante que te tomes el tiempo necesario para escuchar a tus pacientes y explicarles en qué consiste el glaucoma, cómo afectará a su visión y qué pueden hacer para controlarlo eficazmente. También es importante que estés al día de las últimas investigaciones y tratamientos para poder dar a tus pacientes el mejor consejo posible.
Medicamentos y Tratamiento del Glaucoma
Uno de los tratamientos más comunes para el glaucoma consiste en el uso de colirios para reducir la presión ocular del paciente. Es importante que hables con tu paciente sobre la medicación y el plan de dosificación, y que le animes a seguir el tratamiento prescrito por el oftalmólogo. Además, es importante que estés atento a posibles efectos secundarios y que los discutas con tu paciente. Para aquellos pacientes cuyos colirios no estén consiguiendo el efecto deseado, pueden ser necesarios otros tratamientos oftalmológicos, como la terapia con láser o la cirugía.
Apoyo emocional
Por último, es importante proporcionar apoyo emocional a los pacientes con glaucoma. El glaucoma puede ser un diagnóstico aterrador y es importante que los pacientes sepan que su optometrista y otros miembros de su equipo médico están ahí para ayudarles. Es importante que dediques tiempo a tus pacientes con glaucoma y que escuches realmente sus preocupaciones. Proporcionar a tus pacientes acceso a grupos de apoyo y otros recursos también puede ser muy útil.
Baja Visión
Cuando el glaucoma es avanzado y produce baja visión, es importante también brindar a tus pacientes las herramientas necesarias para mantener su calidad de vida.
Puedes ayudar a tus pacientes con ayudas ópticas y filtros específicos para proteger la retina, o disminuir el deslumbramiento, pero también puedes ofrecerle un guía sobre cómo el entorno y herramientas no ópticas pueden ayudar a tu paciente en su día a día. En futuros artículos continuaremos hablando de estas ayudas, pero vamos a reflexionar, ¿qué estrategias les puedes dar a tu pacientes con baja visión fuera de las ayudas ópticas?
En conclusión
En conclusión, el manejo de pacientes con glaucoma requiere conocimientos sobre la enfermedad y un diálogo periódico con tus pacientes. Manteniéndote bien informado sobre los últimos tratamientos y tecnologías y proporcionando apoyo emocional, puedes ayudar a tus pacientes a controlar su glaucoma y a minimizar su impacto en su visión y calidad de vida.